El último fin de semana de enero tuvo lugar en Madrid el II Encuentro nacional de formadores de la OFS de España. Fueron dos jornadas de intenso trabajo, del que podríamos extraer las siguientes conclusiones:
1º.- Las Constituciones Generales son un “tesoro desperdiciado” de nuestra Orden, y ello es motivo de sufrimiento para quien la ama. Su desconocimiento está extendido incluso a nivel de los hermanos que desempeñan servicios en la OFS. Debemos ser conscientes de la responsabilidad que nos atañe a todos los hermanos, pero sobre todo a los responsables de formación, en la tarea de conocer, y dar a conocer las CCGG.
2º.- Es preciso entusiasmar a los hermanos en el interés por progresar y profundizar en el conocimiento y aplicación de nuestra Regla y Constituciones.
3º.- Debemos subrayar la importancia de la oración, nuestras fraternidades deben ser “escuelas de oración”, personal –contemplativa- y comunitaria. Tanto la Regla como las Constituciones Generales -que son su aplicación práctica- deben ser conocidas, vividas, y también, oradas. Más que orar con ellas, hay que “orarlas”.
4º.- Es crucial concienciarnos acerca de los peligros de la “pluripertenencia”, y tratar de evitarla en todo aquello que interfiera y/o dificulte la vivencia auténtica de nuestro carisma. La pluripertenencia, lejos de constituir una garantía de idoneidad de los aspirantes supone más bien un obstáculo para la verdadera vocación a la OFS y así hemos de hacérselo ver cuando nos lo planteen. Otro requisito irrenunciable en todo candidato es la capacidad para la vida de fraternidad.
5º- Se hace cada vez más necesaria una “refundación”, que en realidad ya está en marcha desde la aprobación de nuestra última Regla y, en esta línea, un espíritu de apertura y generosidad en los hermanos más veteranos, que no frene las vocaciones jóvenes. (Vid. art. 34 CCGG)
6º.- Urge posibilitar y favorecer la comunicación en el seno de la OFS, no sólo vertical sino, sobre todo, horizontal, entre las fraternidades del mismo nivel. En este sentido, pueden ser sumamente útiles y provechosos los encuentros inter-fraternidades e inter-zonas.
7º- Necesidad de implantar un sistema de evaluación continua durante todo el proceso formativo de los aspirantes, que abarque tanto al formador como al formando, y que sirva como instrumento de mejora y orientación, adaptándose a las peculiaridades de cada hermano y fraternidad.
Manuela Berciano OFS
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